Hablemos de educación

 

                                                    3ª sesión, 14 de diciembre de 2015

Padres permisivos vs Padres autoritarios

Conclusiones:

  • Es importante separar el “AUTORITARISMO” dirigido a los comportamientos del niño del “AUTORITARISMO” dirigido a sus emociones. En el primer caso, habrá situaciones en las que podría ser admitido, en el de las emociones no lo está en ningún caso.

  • Es una necesidad inevitable amoldar aquellos límites que quieres que tus hijos cumplan con los que “impone” la sociedad o tu propio entorno próximo.
  • Todos tenemos una idea de que “Autoridad” es un término peyorativo; pero, ¿es bueno ser permisivo?
  • Hay que diferenciar el AUTORITARISMO de la AUTORIDAD que los padres tenemos que ejercer de manera ineludible.
  • Una gran duda: ¿dónde se puede ser permisivo y dónde no? ¿dónde está el límite?
  • ¿Por qué algunos padres son permisivos? ¿Es por dejadez?, ¿Por confundir el “AMOR” con no poner autoridad?, ¿Por otras razones?
  • Problemas de ser demasiado permisivos:
    • El niño carecerá de herramientas para la vida, en su día a día.
    • No conseguiremos niños autónomos y, lo que es peor, adultos autónomos.
    • Tendrá problemas de integración social cuando esté fuera del contexto de su protector.
  • ¿Qué flexibilidad podemos tener en las normas? ¿Hasta dónde podemos ser flexibles? Cuidado con abusar de la flexibilidad, la norma por definición es algo estable y duradero: una vez elegida una norma es para aplicarla siempre… con excepción de situaciones muy delimitadas, como por ejemplo, si el peque está enfermo.
  • ¿Cuándo hay que tener AUTORIDAD?
  • Es importante tener unos criterios personales y tener bien racionalizado lo que para cada uno es importante.
  • No podemos olvidar que hay normas impuestas por la sociedad.
  • Hay que asumir con naturalidad que todos los padres nos equivocamos y no hay que tener miedo a equivocarnos.
  • La mayoría de las veces a la hora de intentar conseguir una norma, es importante tener un objetivo y no olvidarnos de él, aunque no se consiga inmediatamente.

  • Podemos valorar tres tipos de CRITERIOS, además de considerar los factores evolutivos y madurativos, por los que guiarnos para determinar una norma:

Criterio UNIVERSAL: todas aquellas normas en las que estaríamos de acuerdo la inmensa mayoría de las personas. Por ejemplo, las que tienen que ver con el riesgo físico.

Criterio SOCIAL: las que se derivan de un entorno social o de una cultura determinada. Por ejemplo, comer en el suelo o sentados en una silla.

Criterio PERSONAL: aquellas que se derivan de lo que uno considera oportuno. Por ejemplo, andar con calcetines por la casa.

  • ¿Cómo hacer cumplir una norma? Siempre, siempre con la práctica; es decir, se aprende a cumplirla siguiéndola habitualmente, convirtiéndola por repetición en un hábito, en una rutina.
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